Salud

Estafilectomía: cuando respirar no debería ser un esfuerzo

Con un cirugía preventiva, tu mascota podría tener mejor vida.

Quienes conviven con pugs, bulldogs franceses o ingleses, bóxers, shih tzus, boston terriers o pequineses conocen bien esos ronquidos tiernos y esa respiración ruidosa que muchos consideran “normal”. Pero no lo es. Detrás de esos sonidos suele haber un paladar blando demasiado largo que les obstruye el paso del aire. Y para un braquicéfalo, eso significa vivir cansado, agitado y siempre un poco al límite.

La estafilectomía existe justamente para eso: para devolverles aire, descanso y calidad de vida. Es una intervención que, cuando se hace a tiempo, cambia por completo su energía y su capacidad para jugar, dormir y caminar sin luchar por cada respiración.

El problema surge cuando se deja pasar. A medida que estos perros envejecen, el esfuerzo constante de respirar comienza a cobrar factura: el corazón trabaja más de la cuenta, los episodios de síncope se vuelven más frecuentes, la intolerancia al ejercicio aumenta y el riesgo de golpes de calor es muchísimo mayor. Muchos desarrollan inflamación crónica en su garganta, colapso de laringe y problemas gastrointestinales que hacen más peligrosa cualquier cirugía tardía.

No se trata sólo de roncar fuerte; es que, con los años, ese “así es él” puede convertirse en un riesgo real para su vida. Por eso es tan valioso evaluarlos temprano y no esperar a que sean adultos mayores para intervenir. Respirar debería ser fácil, no un desafío diario.

Si notas que tu perro se cansa rápido, jadea incluso en reposo o evita el ejercicio, podría estar pidiendo ayuda sin poder decirlo. Y a veces, ofrecerle esa ayuda a tiempo hace toda la diferencia en cómo vivirá los próximos años. En Movet, tenemos capacidad diaria de realizar la ciurgía con nuestros expertos y mejorar la calidad de vida de tu mascota.

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